Universidad de Ciencias Médicas
Bienvenidos al futuro 109 Cuando se firmó el acuerdo de afiliación de la Escuela Autónoma de Ciencias Médicas a la UACA, el doctor Guzmán Calleja dejó abierta la posibilidad de desafiliarse en caso de ser necesario para los intereses de la organización. La escuela se creó en 1976 porque era para lo que había capacidad en ese momento, pero la idea de su fundador era que esa escuela fuera solo la primera etapa de una universidad especializa- da en la salud, ampliando la oferta de carreras a disciplinas aparte de la medicina, algo que los estatutos de la UACA no permitían debido a que en su definición de colegios afiliados no se contemplaba la po- sibilidad de que abarcaran más de una carrera. Se sabía de antemano que, más temprano que tarde, la organización de aquella primera uni- versidad privada sería una limitante para el desarrollo de la escuela de medicina. La posibilidad de desafiliación era una garantía para el cre- cimiento y transformación de la escuela de medicina en universidad de ciencias médicas. Pero el camino hacia esos ambiciosos objetivos era complejo y pasaba por la resolución del problema de la aceptación de los estudiantes en los hospitales públicos. Si bien es cierto que existía un discurso que oponía lo público a lo privado, como si ambos fueran excluyentes, también a la Escuela Autónoma de Ciencias Médicas le faltaba mucho camino por recorrer en la construcción y difusión de una imagen prestigiosa como organiza- ción educativa superior. Ya se dijo en otro momento que la escuela logro crearse, en parte, gracias al prestigio de su fundador como médico, lo cual ejerció una fuerza gravitatoria que atrajo a otras personalidades en el campo de la medicina, pero al constituirse una organización, se volvió una entidad independiente a los indi- viduos que la componían, así que la escuela necesitaba construir su propia imagen ante la sociedad, tratando de superar los prejuicios que le afectaban y posicionarse en un mercado tan difícil como era el de la educación superior en aquella primera etapa de apertura del monopolio estatal. El camino hacia la construcción de una imagen prestigiosa inició en tiempos del doctor Guzmán Calleja como Decano, porque fue en esos primeros años que se trazó una estructura organizativa que le permitiera funcionar con eficiencia, brindando un servicio de excelente y calidad a sus estudiantes. Lo anterior se hizo hasta donde las condiciones económicas de la fundación lo permitieron en aquellos primeros años, pero para alcanzar los objetivos planteados a largo plazo, fue necesario no conformarse con lo logrado sino crecer en infraestructura, ampliar la capacidad de admisión y abrir nuevas carreras, algo que necesariamente se tenía que traducir en una cada vez mayor complejidad organizativa, que permitiera administrar y brindar servicios educativos, un Con la muerte del Dr. Guzmán Calleja, la idea original de transformar la escuela en universidad, tomó fuerza a manera de homenaje póstumo al gestor de la organización.
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