Universidad de Ciencias Médicas
Bienvenidos al futuro 41 Poco a poco la situación fue cambiando y se fueron abriendo más espacios para este tipo de profesionales, en un intento del Estado por erradicar el ejercicio de empíricos, parteras y curanderos. Hacia finales del siglo XIX las políticas públicas de saneamiento e higiene muestran la fuerte influencia que cada vez más iba tomando la medicina en la sociedad nacional, como símbolo de progreso y civilización. Finalmente, para 1895 el gremio de médicos se vería fortalecido con la creación de la Facultad de Medicina, Cirugía y Farmacia, así como del inicio de la publicación de la Gaceta Médica un año después 9 . A pesar de este contexto dificultoso don Jesús Guzmán quiso seguir su sueño y se preparó para médico a pesar de los obstáculos iniciales. El esfuerzo rendiría sus frutos y los recuerdos de la infancia de don Andrés Vesalio eran gratos: “Papá cuando ya pudo establecerse en Cartago compró un Ford Modelo T, 1918, de segunda mano. Lo sacaba los domingos para pasear a la familia. Era toda una odisea, pues había que darle “cigueña” para arrancarlo, no tenía repuesto, pues no se había inventado y teníamos que desarmar la llanta para pegarle el parche e inflarla con un infladorcito de mano. iAsí terminaba la felicidad del paseo!” 10 . De aquella época son también las anécdotas de las visitas de don Jesús al doctor Solón Núñez, en San José, acompañado de su hijo, donde ambos médicos discutían fervientemente temas de enfermedades, ocasiones en las que don Solón invitaba al niño a unos confites. El doctor Núñez también visitaba a su amigo en Cartago, donde juntos recorrían los barrios e inspeccionaban las condiciones de salubridad, visitas muy apreciadas por los niños Guzmán Calleja, porque en el almuerzo comían “ espárragos de lata y atún francés ” 11 , todo con el afán de agradar al amigo y Ministro de Salubridad. El doctor Andrés Vesalio los describía como “ dos amigos que se quisieron y respetaron, desde que en las aulas del viejo Liceo de Costa Rica compartieron pupitres y pobreza y de donde salieron para servir a sus semejantes ” 12 . Gracias a ese esfuerzo de su padre y de su madre, don Andrés Vesalio tuvo la oportunidad de estudiar, los pri- meros pasos en el estudio los dio de la mano de su padre, pero cuando quiso asistir a la escuela fue aceptado e inscrito en la Escuela del Padre Peralta, su director era don Federico Quesada, allí entraría el cuarto grado. 9 Marín Hernández, Juan José. “De curanderos a médicos”, 82. 10 Guzmán, Vesalio. Otros Tiempos, ibidem. 11 Guzmán, Vesalio. Otros Tiempos, ibidem. 12 Guzmán, Vesalio. Otros Tiempos, ibidem.
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