Una nueva mirada en la mediación pedagógica al encuentro con el sentido del aprendizaje en los procesos educativos
encuentro con el sentido del aprendizaje en los procesos educativos 13 Un aprendiente pasa un promedio de ocho horas diarias en las escuelas, en los colegios o en las universidades; por lo que, a lo largo del tiempo, estos lugares, se convierten en su segunda casa, y es ahí, donde se hacen posible sus sueños y aspiraciones; por lo tanto, ha de constituirse en un laboratorio vivo de seres humanos conviviendo y compartiendo sus conocimientos, así como apostando a la construcción de nuevos conocimientos científicos. Indudablemente, esto es lo ideal y mucho más de lo planeado en la mayoría de los casos ya que, en estas comunidades de aprendizaje, todos deben convertirse en cómplices para el desarrollo de un pueblo. Cada persona tiene una misión fundamental, la cual al estar en conjunción con las tareas que cumplen los otros miembros de una sociedad, logran construir un escenario propicio para que emerjan emociones, conocimientos, valores, principios, sabiduría, errores, desaciertos, aciertos y un sinnúmero de acciones que hacen posible el encanto educativo. Vale recordar que, por naturaleza, el ser humano a lo largo de su vida atraviesa varias etapas de crecimiento, que lo hacen ir descubriendo su entorno, Vigotsky con su teoría sociocultural, definía la zona de desarrollo próximo, como una posibilidad de darle significado a la educación de los seres; de modo que, esa contextualización estuviera relacionada con la teoría y la práctica de lo que se le enseñaba. Es decir, que todo lo que rodea al ser humano, debe utilizarse para enseñarle la teoría requerida, esto con el afán de que el estudiante tuviera una mejor comprensión. Con esto lo que se sugiere, es que cada persona pueda gozar la vida, saborearla e inspirarse en ella, para contagiar a otros de sus éxitos. Un aprendiente feliz, se constituye en un ser dispuesto a dar lo mejor de sí mismo para trascender en su propia vida y en la de los demás. En este particular, Ramón Gallegos señala que: Se dice que gozamos la vida cuando vivimos y compartimos con entusiasmo, cuando sentimos la vida y la hacemos sentir, cuando vivimos intensa y libremente nuestra afectividad, cuando compartimos lo que tenemos, por más sencillo que sea un sentimiento, un afecto, una palabra, un gesto. En todos ellos está la vida […]. (Gallegos, 2008, p.19) Justamente, estafilosofíadevidaqueofreceRamónGallegos, inspiróaungrupo interdisciplinario de académicos de la Universidad Nacional de Costa Rica , en su Sede Regional Chorotega, para asumir el reto de reflexionar, dialogar y vivir la mediación pedagógica, como esa esencia que cubre el corazón de un aprendiente. Es por medio de las acciones dinámicas, en los diversos procesos de los aprendizajes, que saciamos nuestro entendimiento de los saberes, que construimos nuevas formas de entender la ciencia y la tecnología, así como, las grandes incógnitas acerca de lo que nos rodea. Esta forma de proceder nos permite madurar y comprender, que el cambio dependerá del comportamiento de cada uno de nosotros. Una universidad que invierte en la formación profesional continua de sus docentes y, comparte con la sociedad las nuevas formas de pensar y de actuar, le permite a esta mejorar significativamente. Además, no solo demuestra cómo se vienen haciendo las cosas en Costa Rica, sino lo que acontece en otros lugares del mundo. Un derroche de aprendizajes, mezclados con las ideas, los pensamientos, el arte y la cultura hizo posible una nueva mirada de la mediación pedagógica. Profesionales en diversos campos del saber que compartieron sus experiencias, hermanos de Colombia, Venezuela, Panamá, España y México, fueron nuestros protagonistas internacionales. En adelante, compartimos un extracto del mensaje brindado en la inauguración del congreso, a saber:
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