Una nueva mirada en la mediación pedagógica al encuentro con el sentido del aprendizaje en los procesos educativos
Universidad Nacional: Una nueva mirada en la mediación pedagógica al 232 La conformación hologramática de la mirada, implica la decisión de ser consciente de las limitaciones que genera una mirada simplista; en tal caso, se decide mover e incluirse como parte de la realidad, o al menos intentarlo. Mirar colectivamente favorece el conocimiento del mundo y de sí mismo, por ello, abordarlo desde la transdisciplinariedad, implica un esfuerzo colectivo, en el cual, cada uno, de alguna manera va modificando su manera de observar y observarse. El trabajo interdisciplinar es un esfuerzo por encaminarse hacia la transdisciplinariedad, ya que, en esta, se entrelazan los saberes, para ir desdibujando las fronteras. De esta manera, el mayor esfuerzo pedagógico desde la ecoformación, implica una formación en dos tiempos y tres movimientos, según Pinau (2003): Dos tiempos: la formación experiencial (lo cotidiano) y la formación formal. Educativamente se requiere de la vinculación y alternancia entre ambas. Tres movimientos: lo subjetivo, lo objetivo y lo social. Estas tres dimensiones deben estar entrelazadas, una sin la otra, no se da. Esta es la educación permanente. 3. Tercera parte: implicaciones de la ecoformación 3.1. El mayor reto de la ecoformación: formar seres humanos para habitar de manera sustentable el planeta El reto más importante que la ecoformación plantea es cómo formar seres humanos capaces de habitar la Tierra, en una relación más equitativa con el entorno, dado que, se ha perdido la consciencia de que la Tierra transforma al ser, y este a su vez, la transforma; pues, “Somos, y nos convertimos, a través de las formas de la tierra, sus paisajes, sus climas, sus estaciones, sus plantas, sus animales. No existimos solo a través del idioma y la cultura, sino también en todo el mundo”. (Galvani, 2005, p.65) Entonces, cómo es que nos formamos para habitar nuestro planeta, cómo construir ecúmenes menos invasivas. Yuval Noah (2014), plantea que, desde que el homo sapiens logró cruzar de Afro Asia hacia Australia, y adaptarse , hace unos 45 mil años ; y, luego hacia América, entre nueve mil a doce mil años atrás, el ser humano subió al punto más alto de la cadena alimenticia, llevando a una primera ola de exterminación a la mitad de la megafauna del planeta. Luego vendrían otras olas de extinción, derivadas del cambio de estilo de vida nómada al estilo sedentario (Noah, 2014). El ser humano es una especie terrestre capaz de modificar radical e intencionalmente el entorno, pero, cómo es que esa modificación tiene repercusiones planetarias, y cómo, es que altera toda la convivencia humana, así como, de lo humano con lo no humano. El esfuerzo colectivo consiste en tomar consciencia de nuestra presencia en el planeta y el replanteamiento de nuestra existencia. Cambiar dominio y extinción, por sustentabilidad de la Tierra. Moacir Gadotti (2003), quien es miembro de este grupo investigador acerca de la ecoformación asegura que: “La sustentabilidad que defendemos se refiere al propio sentido de lo que somos, de dónde venimos y para donde vamos, como seres del sentido y donantes de sentido de todo lo que nos rodea” (p.63). Por ejemplo, en referencia a las situaciones extremas del entorno, una nota publicada en un medio impreso costarricense, señala que:
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