Una nueva mirada en la mediación pedagógica al encuentro con el sentido del aprendizaje en los procesos educativos

encuentro con el sentido del aprendizaje en los procesos educativos 241 3.2. La ternura desde la dimensión para la formación de seres humanos con esperanza, espiritualidad, solidaridad y empatía Es la dimensión que permite captar la realidad de forma integral, para determinar cuáles son las actitudes, virtudes y valores urgentes en la construcción del nuevo paradigma, que propicia la formación de seres humanos con esperanza, espiritualidad, solidaridad y empatía en sentido común con la otredad. En esta dimensión el ser humano tiene la posibilidad de inspirar en otros, esa capacidad creadora, auténtica e innovadora para re-encantar la educación. Es la que produce gozo y placer para iluminar al máximo mi espíritu y el espíritu de cuantos nos rodean. Es el arte de transformar la energía de las emociones para dirigirla y mejorar nosotros mismos, los demás y el mundo que nos rodea. La propuesta está centrada en buscar una educación alternativa, en la cual el comportamiento del o la mediadora motive al estudiantado a modificar la manera de pensar, de ver, de sentir y de escuchar. De acuerdo con Chopra, “Todo puede convertirse en una cueva de cristal cuando se tiene la llave” (Chopra, 2003, p.3); en este particular, la autora plantea, que se puede disfrutar la vida de una manera fascinante, descubriendo saberes ocultos con una mente nueva, que el docente devele el mago que se lleva dentro; en otras palabras, que todas y todos se conecten con el todo , en el sentido de entender, que en cada uno yace un universo y, que a su vez, todo ser vivo es el universo. Bien lo señala Emilio Durkheim cuando dice que: […] el objetivo de la educación no es dar al alumnado unos conocimientos cada vez más abundantes, sino crear en él, o ella, un estado interior y profundo, una especie de polaridad del alma, que le oriente en un sentido definido. No sólo durante la infancia, sino durante toda la vida. (Durkheim citado en Gutiérrez, 2003, p.87) Es decir, una educación con sentido y con la conciencia de comprender que las acciones de los seres humanos tienen irremediablemente un impacto global, para ello, las emociones indican si la ruta que se ha escogido es adaptativa o destructiva. 4. La mediación pedagógica que perciba que cada aprendiente es una realidad distinta, única y dinámica Lamediaciónpedagógica tiene estrecha relación con “Educar para vivir” en la corresponsabilidad, que es producto de una interacción, comunicación, y colaboración aún ausentes en la escuela actual, y, es reconocer, que hay diversidad de estudiantes en contextos divergentes. Realmente, cuando alguno de los puntos mencionados falla, el trabajo educativo pierde sentido, es decir, no significa nada para quién lo hace, esto implica convertir en objeto al sujeto de la educación. Sin embargo, para dar este paso, se necesita una pedagogía de la ternura, llena de vida, donde los mediadores se sensibilicen, piensen y actúen acerca del rol que cumplen dentro de este proceso nuevo, dejar sus vestiduras de mediadores y transmisores de información, para convertirse en mediadores del espíritu, el alma, la persona, donde todos aprenden y todos se educan. Es una tarea

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