Una nueva mirada en la mediación pedagógica al encuentro con el sentido del aprendizaje en los procesos educativos

encuentro con el sentido del aprendizaje en los procesos educativos 243 7. La exploración de la situación social Las experiencias de interaprendizaje estánmuy relacionadas con unametodología participativa, que tiene sus fundamentos en la educación popular promovida por Paulo Freire, en la cual, se relaciona el interaprendizaje y la participación como ejes principales que le permiten al ser humano empoderarse, y a partir de ahí, realizar un análisis profundo en relación con las decisiones que debe elegir, de acuerdo, con el contexto social en donde se desenvuelve. Los mediadores pedagógicos necesitan despertar su capacidad de asombro, para darse cuenta de que los niños y las niñas crecen y aprenden gracias a ella, ya que, la habilidad para sorprenderse despierta el gusto y el placer por aprender, y por encontrar, respuestas creativas, divertidas y sinceras. 8. Las mediaciones pedagógicas desde la afectividad El arte del mediador consiste en redescubrir su capacidad por generar pasión y placer en el aprendiz, en cualquier contexto y en diferentes circunstancias, esto constituye una tarea de toda una sociedad aprendiente que requiere, realizar cambios significativos, en los modos de actuar. 9. Los mediadores líderes De acuerdo con el planteamiento de Maturana, “el educador y la educadora deben ser capaces de vivir la ampliación del espacio de convivencia con otro, como un legítimo otro, o debe aprender a vivirlo […]” (Maturana, 2002, p.152). Estos deben ser responsables, ya que, al vivir en armonía con los otros, estas prácticas, se vuelven un reflejo que a lo largo del tiempo van a inspirar a sus aprendientes. De ahí que, la labor docente debe promover en los y las mediadoras, reflexionar acerca de su praxis pedagógica, por eso, los profesionales que trabajan en educación deben buscar espacios donde puedan dialogar, homologar, deliberar, discutir y consensuar situaciones relacionadas con su práctica. El perfil de estos actores debe ser el de pedagogos de la ternura, educadores para el arte, es decir, un arte de construir la paz en las relaciones humanas, y una pedagogía, centrada en el cariño y la sensibilidad. Donde se trate a cada persona como un ser valioso, único, individual e irrepetible; o sea, como seres humanos iguales en dignidad y en derechos, que valoran la diversidad como parte de la riqueza de las relaciones humanas y, que se enriquecen con el aporte de todos y todas. 10. A manera de conclusión: Hallazgos esperanzadores Ciertamente, los hallazgos que llenan de confianza, se basan en la vivencia del amor, la ternura, el acercamiento entre las familias y la comunidad, es decir, un acto en el cual todos están dispuestos a generar motivación, desde la cotidianidad. Esas experiencias deben ir creciendo en forma sostenida, de manera que, se conviertan en aprendizajes con sentido, para comprenderlos, compartirlos, expresarlos y sentirlos en cada contexto; ya que, solo así, los seres humanos harán la diferencia. Para dar este paso, se necesita una pedagogía emergente, de la ternura, llena de vida, donde los mediadores se sensibilicen, piensen y actúen acerca de su rol dentro de este proceso

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