Una nueva mirada en la mediación pedagógica al encuentro con el sentido del aprendizaje en los procesos educativos
Universidad Nacional: Una nueva mirada en la mediación pedagógica al 60 1. La cárcel como contexto del proceso educativo Desde el punto de vista moderno, la cárcel ha sido considerada un locus horridus o un topos terribilis , es decir, una sociedad habitada por monstruos o por seres que personifican los mayores temores de las emociones humanas o los estados físicos más degradantes. Se trata de lugares poco explorados y muy individualizados (Bernstein, 2010). El horridus , entonces, refleja el carácter particular con el que se ha tipificado a la cárcel y a las personas que la habitan; a quienes, según Foucault (2002), había que disciplinar. De acuerdo con Wojciechowska (2011), el horridus locus es un lugar donde las peores pesadillas se vuelven realidad. Hostil, por naturaleza, este sitio no solo da lugar al temor y al miedo, sino también es un lugar en donde la amenaza física está presente y no existe quién pueda ofrecer ayuda. Todos los seres que ingresan a este lugar se transforman en bestias. El bosque de Arden (1599) de Shakespeare o las transformaciones de Ovidio, son un ejemplo del significado de lo que es un topos terribilis . Este lugar, constituye una sociedad aparte, y en ese sentido, la cárcel representa una gran frontera, una línea divisoria entre “ellos/as” y “nosotros/as”. De modo que, “Los muros, los candados y las rejas señalan un punto de corte social entre un “ellos” y un “nosotros”. Ellos o ellas, las personas privadas de libertad son los “otros”, atravesados por la lógica del delito, que fueron apresados y son tan solo en algunos casos, procesados” (Banchero, 2016, p. 5). Esta separación es claramente revelada en la novela de Víctor Hugo, Los Miserables, cuando señala lo siguiente: Al crecer pensó que se hallaba fuera de la sociedad y sin esperanzas de entrar en ella nunca. Advirtió que la sociedad mantiene irremisiblemente fuera de sí dos clases de hombres: los que la atacan y los que la guardan; no tenía elección sino entre una de estas dos clases. (Víctor Hugo, 1970, p.75) De acuerdo con, la entrevista realizada a Michell Foucault por la revista Magazine Littéraire , 2 él afirma que: “Ha sido absolutamente necesario constituir al pueblo en sujeto moral, separarlo pues de la delincuencia, separar claramente el grupo de los delincuentes, mostrarlos como peligrosos, no sólo para los ricos sino también para los pobres, mostrarlos cargados de todos los vicios y origen de los más grandes peligros” (Foucault, 2011). Sobre esta misma línea de pensamiento, Cornelius Castoriadis, en el texto Los dominios del hombre (1986, p. 67), plantea que el ser humano solo existe en la sociedad y por la sociedad; pero, aclara que, cada sociedad tiene una forma particular de ordenarse. Según este autor, el sentido de una sociedad está dado por el conjunto de normas, valores, lenguaje, herramientas, procedimientos y métodos, que hacen posible hacer frente a las cosas; así como, de hacer las cosas. Las sociedades en condiciones de encierro (las cárceles) desarrollan, pues, su sentido de una manera muy particular. Los (o las) habitantes del horridus locus se sostienen apegados y apegadas a la estructura y las significaciones a las que son sometidos en el encierro. La estructura del topos terribilis , a diferencia de las sociedades que describe Castoriadis, no tienden a la cohesión, sino a 2 Léase, la Entrevista sobre la prisión: el libro y su método Michel Foucault , en la revista Magazine littéraire con fecha del lunes 11 de abril de 2011.
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