Una nueva mirada en la mediación pedagógica al encuentro con el sentido del aprendizaje en los procesos educativos
encuentro con el sentido del aprendizaje en los procesos educativos 71 Ciertamente, el ser humano, sin importar el lugar y la cultura en donde nace, utiliza el lenguaje para comunicarse, siempre y cuando no tengan un problema neurológico de fondo que se lo impida. El punto está, en que el ser humano es esencialmente un ser relacional, que no puede sobrevivir sólo, y, en este sentido, el lenguaje es el canal fundamental de interacción con sus congéneres y la base para el aprendizaje. Cuando se habla del lenguaje, se incluyen otras manifestaciones que se derivan de este, y que lingüísticamente se clasifican básicamente en tres tipos: el lenguaje oral, el lenguaje mímico y el lenguaje escrito. El lenguaje oral es la unión del habla y de la audición, donde el mensaje es transmitido por medio del habla (la palabra) y se percibe de forma auditiva. El lenguaje mímico (no verbal) es la unión de gestos tanto faciales como manuales, no se utilizan las palabras sonoras, para transmitir un mensaje. Para algunos autores, como Friedrich Nietzsche es un tipo de arte, ya que, requiere del uso de la interpretación, para descodificar los signos utilizados. Finalmente, se halla el lenguaje escrito que es el complemento del lenguaje hablado, ya que, es la transmisión o codificación de este, a un código escrito. Para Vygotski el lenguaje escrito es el paso del lenguaje abstracto (símbolo) al lenguaje que utiliza la representación gráfica (grafía-palabra-signo). Voltaire, uno de los representantes más importantes de la Ilustración, acertadamente, declara que “La escritura es la pintura de la voz”. Este enunciado, es medular, ya que recuerda que la pintura rupestre fue la primera representación gráfica del ser humano, quien, por medio de signos grabados o trazos pictóricos, logró conservar o expresar información o ideas del lenguaje hablado. Su evolución pasó por muchas épocas, desde los sistemas de representación contable como son los pictogramas, hasta los sistemas más abstractos de la representación de sonidos hablados. En este sentido, cabe recordar que la lectura (en voz baja o alta) y táctil (sistema braille) es el proceso de descodificación visual que permite al ser humano interpretar y comprender la información; de ahí que, Mario Vargas Llosa afirma, categóricamente: “Aprender a leer es lo más importante que me ha pasado en la vida”. La lectura desarrolla el pensamiento abstracto, y este, a su vez, es la base para comprender el universo en el cual el sujeto se desarrolla. Al igual que la escritura, la lectura atraviesa diferentes épocas marcando cambios en su forma, intención, utilidad y aprendizaje, entre otros aspectos. Con el paso de los años, los seres humanos, según sus necesidades, durante el proceso de evolución desarrollaron un lenguaje mucho más complejo que se expresa mediante secuencias sonoras y signos gráficos, además, tiene la gran capacidad de transmitirse por medio de los signos lingüísticos. Actualmente, los investigadores pueden analizar el lenguaje humano desde dos puntos de vista: la ontogenia (analiza el proceso de adquisición del lenguaje) y la filogenia (estudia la evolución histórica de una lengua). Un dato curioso es que, en los últimos años, las investigaciones demuestran que la parte melódica y la estructuración de fonemas del lenguaje humano, tiene un origen evolutivo común con el lenguaje de los pájaros. Los mismos genes que posibilitan el habla en los seres humanos, también, facilitan el canto de las aves. Según los estudios, a partir de unos 55 genes, se ha logrado mostrar, un patrón similar, en la actividad cerebral de los seres humanos y las aves capaces de aprender nuevas vocalizaciones, y de reordenar los sonidos más básicos de su canto, para transmitir diferentes significados.
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