Universidad de Ciencias Médicas

Cuadro III El Dr. Guzmán en la Guerra Civil de 1948 La vida de los costarricenses se vio afectada en el año de 1948, después de que el tenso clima po- lítico derivara en la Guerra Civil que cambiaría para siempre los rumbos del país. Las fuerzas del caudillo José Figueres Ferrer salieron victoriosas de la contienda, mientras que las del doctor Calderón Guardia y Manuel Mora tuvieron que enfrentar las consecuencias de la derrota, como la expropiación, el encarcelamiento y el exilio. El Dr. Guzmán Calleja recordaba esos momentos en la siguiente narración: La Luna del Cuarenta y Ocho “¡Hoy es la llena: me dijo mi señora cuando nos acercábamos al mar. Aquello me recordó algo que viene a mi memoria como acontecimiento extraordinario. de una época de lucha y de espe- ranza. La llena, la única “llena” que recuerdo con toda su luz. cual Juno en todo su esplendor. Es el recuerdo de aquella luna llena del Cuarenta y Ocho. Quizás la vi entonces tan grande y con tanta luz, pues estábamos en las tinieblas de la opresión. Pero no, es que aquella luna fue especial. La habíamos escogido llena, pero nos resultó mejor, como si ella se hubiera querido lucir para la ocasión, pero no ocurrió esa noche. Antes decían que la luna de marzo era la mejor de todas; para los enamorados; para los paseos y las melcochas danzantes y para dar el apazote a los chiquillos. Desde muy temprano esa noche cada uno, por sí solo o en grupitos, comenzó a salir de la Ciudad de Cartago. Todos tenían sus puestos asignados, trabajo difícil de instruir en aquellos días de te- rror. Unos en Coris; otros en el Tablón y Ouebradilla, listos para ayudar en su momento preciso, a quienes llegarían hacia el amanecer. Hacía días que habíamos enviado los mapas de las rutas y los tiempos posibles de marcha por la que el Jefe había designado la “vía cablegráfica”. Esta no se tocaba para no dar sospechas. La habíamos designado así como la ruta de la invasión hacía poco tiempo, en la Escuela de Santa María de Dota, cuando se decidió que había que tomar Cartago. En compañía de AlbertoMorúa (…) salimos en dos caballitos que nos prestaba Dublois Universidad de Ciencias Médicas 58