Universidad de Ciencias Médicas

Universidad de Ciencias Médicas 66 1. La Medicina y su enseñanza en Costa Rica Aunque la medicina es una disciplina milenaria que se ha transformado de la mano con los avances en el co- nocimiento del ser humano como organismo vivo, vulnerable y finito, en Costa Rica su profesionalización es relativamente reciente si lo comparamos con otras latitudes en las que desde siglos atrás ocupaba un lugar importante en las casas de enseñanza superior. Durante la primera mitad del siglo XIX, el tratamiento de las enfermedades, lesiones y partos, estaba en manos de empíricos como parteras, barberos, dentistas o boticarios, debido, principalmente, a la escasez de médicos con formación académica, así como al arraigo cultural del uso de hierbas y remedios caseros, una práctica que suele estar asociada a las mujeres. La profesionalización de la medicina en Costa Rica no solo consistió en formar médicos con los atestados necesarios para ejercer, sino en legitimar su saber frente a las prácticas de curanderos y demás empíricos, tanto formal como informalmente, con el objetivo de establecer un control científico del ejercicio de la medicina. Para Ana María Botey, la Epidemia del Cólera de 1856 fue un hito relevante en dicho proceso, ya que aunque muchos fueron los empíricos que trabajaron, incluso con autorización estatal, en los intentos por contener los alcances de la enfermedad, aquella catástrofe sirvió para reconocer la necesidad de un gremio médico fuerte y organizado, incluso con capacidad de influir en la toma de decisiones en políticas públicas sanitarias 52 . Aquella primera etapa de la profesionalización de la medicina tuvo un carácter de lucha contra quienes por siglos, mediante métodos no científicos, pretendieron sanar a las personas en una época de prevalencia de en- fermedades epidémicas y alta mortalidad. De ese contexto surgió, en primer lugar, el Protomedicato (1858), un organismo regulador de la profesión médica, entre cuyas funciones la más importante era determinar quién sí y quién no podía ejercer la medicina en el país, lo cual vino acompañado de la prohibición de los empíricos a mediados del siglo XIX. De aquella alianza entre la primera organización médica y un Estado que apenas comenzaba a llenar los vacíos heredados de la Época Colonial, surgió una simbiosis que, además de favorecer la promoción de la salud y la transforma- ción de los hábitos sanitarios, que serían la base a posteriores políticas de salud pública, dio a los médicos un lugar preponderante en la sociedad y una capacidad para impulsar sus propias ideas y objetivos en el seno del Estado. Todo aquel proceso, no solo configuró la medicina como disciplina profesional y empoderó al gremio médico, sino que influyó en la formación de los futuros médicos. 52 Sin autor. “Algunos artículos de la cosecha literaria del Maestro Dr. Andrés Vesalio Guzmán Calleja”. Revista Médica de Costa Rica. XLII. No. 491. 1985: 103-124.

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